Gabriela me acompañó durante mi tratamiento de cáncer de mama, y para mí fue clave que ella también hubiese atravesado la experiencia, era como hablar el mismo idioma, eso ya era de gran ayuda y alivio en un proceso en el que te sientes muy sola e incomprendida. Siento que con Gabriela gané un aprendizaje muy valioso que hoy llevo conmigo, y es que ella me impulsó a empoderarme en el proceso, recordándome mi capacidad de decisión y de discernimiento, conectando con mi corazón, pasando de un rol pasivo a uno activo. De manera cálida sembró en mí la aceptación y la autocompasión.
Maria Taibo